Los techos de mi casa, mi guitarra y una canción de Silvio Rodríguez

Hay canciones que llegan en el momento justo, sin avisar, y se quedan contigo para siempre. Canciones que te encuentran cuando no sabías que las estabas buscando.
Crecí viendo el mundo desde otra perspectiva. Mi papá era norteamericano, mi mamá, mexicana pero muy americanizada. Yo creía que lo importante estaba afuera: Europa, Estados Unidos… Hasta que la vida me jaló de vuelta y descubrí mi México. Y qué sorpresa me llevé. Qué belleza. Qué cultura. Qué tanto había dejado de ver por estar mirando hacia otro lado.
Aprendí guitarra en la escuela, entre canciones de Mocedades y las de las misas. Me gustaba la música, sí, pero lo que de verdad me atrapaba era la letra. Que las canciones dijeran algo. Que contaran historias. Cuando estudié publicidad, me encontré con el Boom Latinoamericano, con Mario Benedetti y toda su poesía. Y con ellos, el canto nuevo. Ahí estaban las canciones que me hacían sentido, las que hablaban de lo que en mi rebeldía de juventud yo también quería decir.
Así llegué a Silvio Rodríguez. Un poeta que canta. Para mí, el poeta que canta. Lo descubrí después de otros más simples, pero cuando lo escuché bien, ahí entendí su magia.
Como esperando abril es una de esas canciones que me siguen abrazando. No es de sus más intensas, es más bien luminosa. Es de esas canciones que te recuerdan que todo puede volver a empezar.
Recuerdo la primera vez que la toqué en los techos de mi casa. Mi papá había dejado ahí un pequeño estudio. Su plan era refugiarse ahí, aprender a revelar fotografías. Él ya tomaba muchas fotos, nos tomó cientos, pero quería aprender el otro lado del proceso. La vida no le dio tiempo, y ese espacio quedó ahí. Yo lo retomé. Ahí estudiaba, escribía, pensaba. Y ahí salía con mi guitarra.
Ese día no hacía mucho sol, era fresco, de esos que me gustan. Me salí a los techos con la guitarra y me puse a cantar Como esperando abril, una y otra vez. Era mi manera de desahogarme, de recordar que siempre hay un nuevo día. Que siempre hay otro camino.
Hoy la vuelvo a escuchar y me recuerda quién fui. Me recuerda esa esperanza juvenil que, aunque a veces parece dormida, sigue aquí. Y tú, ¿también la cantaste? ¿También te abrazó en algún momento? Si la conoces, si alguna vez fuiste rebelde, si todavía crees en la esperanza, vuelve a escucharla. A lo mejor, como a mí, te dice algo que no habías notado antes.
🎶🌿💫
📌 Mira y Escucha la canción
Escucha la cancion en estas plataformas
Escucha en Spotify
Letra