La amígdala: la clave para que un creativo pueda negociar su propia obra

Si eres creativo, seguro te ha pasado: amas lo que haces, pero cuando llega el momento de vender, explicar o negociar tu obra, te paralizas. No es flojera, no es falta de talento, es tu cerebro jugándote una trampa.
Y aquí entra la amígdala, la pequeña parte de tu cerebro que decide si algo es un peligro o no. Cuando siente que algo te pone en riesgo, activa la alarma y te bloquea.
🔹 Por eso puedes trabajar bajo presión cuando amas lo que haces. Aunque tengas poco tiempo, aunque haya estrés, tu cerebro entra en modo creativo y produce cosas increíbles.
🔹 Pero cuando la presión viene de algo que odias o te incomoda, tu cerebro dice “¡peligro!” y frena todo. No puedes crear, no puedes pensar bien, te da miedo exponerte.
Entonces, cuando llega la hora de negociar tu trabajo, de explicar lo que vale tu arte, de vender sin que te tiemble la voz, pum, la amígdala te dice: “mejor no, qué tal si te rechazan, qué tal si la riegas, qué tal si no vales lo que pides.”
💡 La clave no es evitar el estrés, sino entender qué tipo de estrés te impulsa y cuál te frena.
Si sientes que el reto es emocionante, la amígdala te ayuda.
Si sientes que el reto es un peligro, la amígdala te bloquea.
Saber esto cambia el juego. No es que no puedas negociar tu obra, es que tu cerebro necesita aprender a ver la venta como una extensión de tu creatividad, no como un riesgo.
👉 ¿Te has sentido así? ¿Qué cosas te frenan cuando tienes que hablar de tu trabajo?