Me escudé en ti para no amar.
Te puse frente al sol para bloquear su energía plena.
Me escudé en esa imagen que te inventé sin conocerte.
Me oculté tras un amor platónico, idílico, transparente, sin pasiones para nunca cruzar al límite profundo del corazón.
La ilusión de tí pesaba más que cualquier oportunidad real.
Tu imagen etérea e indefinida, invariablemente superó la de cualquier mortal, desde antes de comenzar el proceso de valoración.
Hoy expongo mi corazón al conocerte, disolviendo el altar donde instale mi creación, para verte de frente, mirarte a los ojos, escuchar tu voz y percibir tu energía.
Doy gracias a la vida por esta sincronía maravillosa porque aún estamos vivas, sanas y dispuestas a realizar este encuentro de almas ancestrales y cuerpos imperfectos.
He esperado casi 30 años sin saber para qué y tal vez jamás lo sepa.
Aunque intuyo que la espera data más allá de esta vida, por eso siento que será una gran liberación .
31/01/2021